CPAP y BiPAP

• Ronquidos fuertes y frecuentes.
• Pausas en la respiración durante el sueño.
• Somnolencia diurna excesiva.
• Dolores de cabeza matutinos.
• Dificultad para concentrarse.
• Irritabilidad.

• Mejora la calidad del sueño.
• Reduce la somnolencia diurna.
• Disminuye el riesgo de accidentes cardiovasculares.
• Mejora la función cognitiva.
• Aumenta la calidad de vida.

Existen diferentes tipos de máscaras para adaptarse a las preferencias y necesidades de cada paciente. Las más comunes son:

• Mascarillas nasales: Se colocan sobre la nariz y cubren levemente la zona superior del labio superior.
• Mascarillas faciales: Cubren la nariz y la boca por completo.
• Mascarillas nasales con almohadillas: Se ajustan sobre la nariz con almohadillas que cubren las fosas nasales sin tocar el labio superior.

Tu médico o especialista del sueño te ayudará a elegir la máscara más adecuada para ti.

Adaptarse a la terapia puede requerir un poco de tiempo y paciencia. Aquí te damos algunos consejos:

• Comienza utilizando el dispositivo durante periodos cortos de tiempo e incrementa gradualmente la duración a medida que te sientas más cómodo.
• Prueba diferentes máscaras para encontrar la que se ajuste mejor y sea más confortable.
• Humidifica el aire para evitar sequedad nasal e irritación.
• Mantén una rutina regular de sueño para ayudar a tu cuerpo a acostumbrarse a la terapia.
• No te desanimes si al principio te cuesta adaptarte. Habla con tu médico o especialista del sueño si tienes cualquier problema o inquietud.